Último día. Atropello y fuga

 Diario de  a bordo. Última misión de la expedición.

Mi tropa me tiene perdido. A veces pienso que nos van a hundir, y otras me sorprendo de la capacidad que tiene para resurgir. 

Hoy fue día de conquistas. Fue el segundo intento de boicotear su centro de comunicaciones, pero mi tropa se perdió entre selfies y posados robados. Así no vamos a conquistar nada. Como no sea invasión digital....

Visto que por tierra no estábamos teniendo mucho éxito, decidimos comprobar sus infraestructuras marítimas (bueno, fluviales), y ahí nos atacaron con un arma que no habían usado hasta ese momento... El frío. El de verdad. Mi tropa está acostumbrada al viento, pero este era un poquitop más frío que el de nuestro lares, allende los mares. Creo que es la primera vez que los mandos viajamos en el interior del buque. No hay necesidad de coger una pulmonía con el viento fluvial. 

Añadir que hubo un ataque contra la tropa, aunque fue de un soldado aislado, y no sufrimos ninguna pérdida. 

Pues hoy (bueno, hoy es 7 de junio, esto fue hace unos días... jjj) fuimos por fin a la Torre. El principio del día, un desastre. 

Me levanté antes y me fui rápido para la Torre, para evitar colas en las taquillas. Llego y me encuentro con que si no está el grupo, no me venden las entradas. Me espero 45 minutos a que lleguen, guardando el sitio en la taquilla.... Y nos llevan a otra taquilla que estaban abriendo. Bueno, consigo las entradas y resulta que hay media torre en obras y pintura. Pero en fin, son cosas que tocan teniendo en cuenta que el año que viene es año olímpico. Pero sí: por fin subimos. 669 escalones y una certeza:  no valen para nada estos niños. casi tengo que solicitar oxígeno para alguno.

De ahí, volvimos a coger el metro, para que los niños no sufrieran (miento, cogimos el tren, que nos venía mejor) y nos fuimos a comer al Barrio Latino. Preguntadles por qué se llama así. Aunque se lo explicamos134 veces, creo que aún no se han enterado. 

Durante este tiempo, también nos llamaron de la agencia para decirnos que el barco se retrasaba media hora, por lo que lo cogíamos a las 21:00. 

Después de comer fuimos a ver la plaza de Notre Dame y nos encontramos con la grata sorpresa de que ya hay una parte dela plaza abierta y hasta unas gradas demadera para sentarse un rato. Tras una breve explicación y unas fotos (luego les daré un detalle que tengo para ellos). Y ¡Oh!, sorpresa... nos encontramos a una fotógrafa que, para alegría de Daniela Pylypyuk (para que vea que sé escribirlo) era Ucraniana y ahí estuvieron charlando. Sobre qué, ni idea... Pero la chica se emocionó y le regaló unas fotos y todo...

Desde ahí volvimos caminando por la orilla del Sena hasta los pies de la Torre Eiffel donde cogimos el barco para el mini crucero. Que frío.... Es la 2ª vez en 13 viajes que me meto dentro del barco.

¿Algún incidente? Pues claro... Un patinete me atropelló a un niño y se fue... Parece una tontería, pero acabó con un esguince de muñeca.

Por la noche vimos el encendido de las luces de la Torre y para el hotel.